Cuando más le temo a la tormenta
y el miedo de mi se apodera
se que hay alguien que por mi reza
hasta que la tormenta este quieta.
Gracias Dios por haberla enviado
porque ella está siempre a mi lado
Ella comparte mis alegrías y mis problemas
hemos llorado y reído,
y en su hombro me he apoyado.
Gracias Dios mío por acordarte de mí
por hacerme con su presencia tan feliz
porque a través de ella estas tú
dándome motivos para poder vivir.
0 comentarios:
Publicar un comentario